El asunto es que llega un momento en la existencia, en que parece que el tiempo se te va a acabar y el dinero no alcanza tanto. Empiezas a desear y necesitar todo lo que antes jamás. O tal vez sí, pero no con tantas ganas. Empiezas a plantear los pros y contras de todo, y todos. Las prioridades y el tiempo factible para cumplirlas. Los temores, los etcéteras... Es entonces que empiezas a hacerte bolas; entre más quieres vivir, la vida más se va complicando.
Resulta que quieres viajar, pero también un carro; una casa, pero también irte a vivir a otro lado; pagar tus deudas, pero no gastarte lo ahorrado. Que quieres un bebé, pero no en solitario; que quieres amar, pero sin que te hagan daño...Y así va la cosa, dificultándose cada vez más, sin saber que elegir, que camino tomar, deseando la iluminación, queriendo todo y luego nada, y luego todo y luego naaaaada.
As usual...los "modernos" tienen la culpa.
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